
Por más que intente frenarlo, se torna algo rutinario. Ya sobrepasó mis límites, mi fuerza. Intento sin parar pero no lo logro, es más fuerte que yo, termina ganándome. Es una lucha diaria con migo misma. Cuando pienso en el momento que comenzó pienso que no tendrá un fin, que es algo que nunca podré sacar de mi cabeza y que nunca dejará de molestarme. No creo poder volver a verme igual, poder ser la misma persona que era antes de tornar esta tontería en algo enfermizo. Los daños son para siempre por más que digan todo lo contrario. No me rindo, pero sé que esta batalla no me tiene a mí como vencedora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario